La Misa es la continuación del Calvario.
- Cada Misa vale tanto como la vida, sufrimientos y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, ofrecidos en sacrificio.
- La Santa Misa es el acto de desagravio más poderoso para expiar los pecados.
- A la hora de la muerte, el consuelo más grande del alma consistirá de las Misas oídas en vida.
- Cada Misa bien oída nos acompañará hasta el Tribunal Divino, suplicando perdón.
- En la Santa Misa, según el fervor con que se asiste, se puede disminuir en grado mayor o menor, la pena temporal debida por los pecados.
- Al asistir devotamente a la Santa Misa, se rinde el más grande homenaje a la Sagrada Humanidad de Nuestro Señor.
- En la Santa Misa, Nuestro Señor Jesucristo ofrece expiación y desagravio por muchas omisiones y negligencias nuestras.
- En la Santa Misa, Jesucristo perdona los pecados veniales que todavía no se han confesado. Además se disminuye el poder de Satanás sobre el alma.
- Al asistir a la Santa Misa se proporciona a las ánimas del Purgatorio, el alivio más grande que sea posible.
- Una Misa bien oída durante la vida, será de más provecho al alma, que muchas que se ofrecieran para su reposo después de la muerte.
- Por asistir a Misa, el alma se preserva de peligros, desgracias y de calamidades, que de otro modo hubieran sucedido. Además, se abrevia o reduce la duración de su Purgatorio.
- Cada Misa bien oída obtiene para el alma un grado más elevado de gloria en el Cielo.
- En la Misa se recibe la bendición del sacerdote que Nuestro Señor ratifica en el Cielo.
- En la Misa se arrodilla entre una multitud de los santos ángeles, que están presentes en actitud de profunda reverencia, durante el sacrificio adorable de la Santa Eucaristía.
- En la Santa Misa se reciben bendiciones para todos los bienes y empresas temporales.
- En la Eternidad, realizaremos plenamente el gran valor de haber asistido a la Santa Misa diariamente.
- Rezar por los sacerdotes para que obtengan la gracia de ofrecer la Santa Misa con santo amor y reverencia"
- San Buenaventura ha dicho: "El que menosprecia a la Santísima Virgen, morirá en sus pecados y será condenado."
LA SANTA COMUNIÓN
Cada vez que recibimos la Santa Comunión, se nos perdonan los pecados veniales.
A Santa Gertrudis, Jesucristo ha revelado: "Cada vez que un alma recibe la Santa Comunión, algo hermoso sucede a cada alma en el Cielo, en la Tierra, y en el Purgatorio."
El Cura de Ars decía: "Una sola Comunión bien recibida vale más que una inmensa suma de dinero que se distribuyera a los pobres.
Cada vez que recibimos la Santa Comunión, nuestro lugar en el Cielo es elevado para siempre, y se abrevia nuestra estancia en el Purgatorio.
La Comunión Espiritual
Es enorme el valor de una comunión espiritual bien hecha. Podemos y debemos hacer la comunión espiritual frecuentemente. Es muy sencillo este acto. Se efectúa simplemente pensando en Jesús, en Su gran Amor a nosotros, y en nuestro Amor hacia Él. Luego, pedir a la Santísima Virgen que implore a su Divino Hijo venir a nuestros corazones. Estas comuniones espirituales se pueden ofrecer por los intereses de Doloroso e Inmaculado Corazón de María. ¡También se añade la intención especial nuestra! Comunión Espiritual....
Nuestro Señor nos ha dicho que después de recibir la Santa Comunión, debemos repetir la siguiente jaculatoria: "Sacratísimo Corazón de Jesús, ¡que todo el mundo Os ame con ardiente Amor!" (Revelación de N.S. a Gabrielle Bossis en Francia).
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