CONSAGRACIÓN DIARIA
DEL ENFERMO MISIONERO
Señor Jesucristo, que me has
llamado a participar de tu cruz, crucificándome por la enfermedad y la
invalidez, te ofrezco hoy mi vida y mis sufrimientos, y todas las penalidades
de mi vida, y te pido que las unas a las que padeciste en tu Pasión.
Ofréceselas al Padre
Celestial por la santificación de los misioneros, por la multiplicación de las
vocaciones apostólicas y la confesión y acercamiento a Dios de todos los
hombres.
Creo, Señor, que el dolor purifica
y conduce a la santidad.
Creo que Dios está cerca de
aquellos que sufren con Él.
Fortalece mi fe y dame la
suficiente generosidad y todo el amor necesario, y cuando el sufrimiento sea
más pesado y las pruebas más duras, haz que pueda responderte con un convencido
"hágase tu voluntad"
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