Rosario sobre la oración del Señor Jesús
Todos:
Por la Señal…
Se inicia con las oraciones tradicionales.
Vamos a seguir meditando
en torno al tema de la oración, pero esta vez, será en torno a la oración del
Señor. Quiero que miremos al Señor y descubramos que es modelo de oración para
nosotros. Muchos pasajes del Evangelio nos revelan los rasgos fundamentales de
la oración del Señor Jesús. Aprendamos entonces a rezar como Él mismo reza.
A lo largo de este
Rosario, pidamos a nuestra Madre que nos siga mostrando a su Hijo y nos enseñe
a descubrir la riqueza de su vida de oración.
PRIMERA MEDITACIÓN
UNA
PERMANENTE REFERENCIA AL PADRE
«En aquel tiempo, tomando
Jesús la palabra dijo: "Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la
tierra"»
«Si me amáis, guardaréis
mis mandamientos; y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito»
La oración del Señor Jesús
es una oración cargada de confianza y de ternura filiales. Él se descubre en la
oración, como Hijo del Altísimo y así reafirma su identidad.
Padre nuestro... diez Avemarías y Gloria
SEGUNDA MEDITACIÓN
OBEDIENCIA
AL PLAN DEL PADRE
«Padre mío, si esta copa
no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad»
«Padre, si quieres aparta
de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya»
En su oración, el Señor
Jesús hace mención a su plena adhesión al Plan del Padre. Es aquí, en la
oración donde el Señor va forjando su obediencia al Padre.
(Cantamos el Primer Ave
María)
Padre nuestro... diez Avemarías y Gloria
TERCERA MEDITACIÓN
ORACIÓN Y APOSTOLADO
«Después de despedir a la
gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba sólo allí»
«Sucedió que unos ocho
días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió
al monte a orar»
Qué gran modelo de quien
descubre la oración como necesaria para su vida y su apostolado. El Señor, en
medio de su apostolado, busca momentos para rezar, momentos intensos y a solas,
para encontrarse consigo mismo y con el Padre.
Padre nuestro... diez Avemarías y Gloria
CUARTA MEDITACIÓN
EL
SEÑOR TOMA CONCIENCIA DE SU MISION
«De madrugada, cuando todavía
estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso
a hacer oración. Simón y sus compañeros fieron en su busca; al encontrarle, le
dicen: "Todos te buscan". Él les dice: "Vayamos a otra parte, a
los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he
salido"»
Otra cita que nos revela
esta toma de conciencia de su misión, es el momento de la oración en el huerto
de Getsemaní. Se lleva a sus discípulos a este lugar, pide que lo esperen y se
pone a orar. Sabemos el contenido de su oración, cuando dice: "Abbá,
Padre, todo es posible para Tí; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo
quiero sino lo que quieras Tú".
Al regresar los encontró
dormidos y les dice: "Velad y orad, para que no caigáis en tentación"
Y descubre también que ya
llegó su hora, que el momento de la Cruz está cercano y que va a ser entregado.
Así, en la oración, el
Señor redescubre su misión y se renueva para superar las dificultades y nos
muestra que la oración no es un episodio más de su vida, sino un momento
especialísimo y crucial de su vida.
(Cantamos el primer Ave
María)
Padre nuestro... diez Avemarías y Gloria
QUINTA MEDITACIÓN
ORAR
EN COMPAÑÍA DE MARIA
Hemos visto algunos rasgos
de la oración del Señor, que son modélicos para nuestra propia vida de oración.
Y María tiene un papel fundamental en nuestra oración. Debemos rezar en
compañía de María, la Virgen Orante, la que conservaba todo meditándolo en el
corazón. Ella nos enseña también a orar juntos como hermanos.
«Todos ellos perseveraban
en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María,
la madre de Jesús, y de sus hermanos»
Padre nuestro... diez Avemarías y Gloria
Terminemos este rosario
rezando junto La Salve.
En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
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