Oración por los sacerdotes para cada día de la semana
DOMINGO:
me uno al dolor de tu corazón inmaculado,
oh Virgen maría. Madre de los sacerdotes, durante la agonía de tu Divino Hijo
de getsemaní. Te suplico por este dolor y el de jesús, que concedas a todos los
obispos y a todos los sacerdotes la gracia de una gran pureza de intención en
su relación con las almas y en su apostolado, para que puedan obtener las
ayudas de de que tenga necesidad en sus dificultades intenciones. Ave María
puntos o corazón doloroso Inmaculado de María ruega por nosotros que recurrimos
a ti.
LUNES:
me uno al dolor de tu corazón inmaculado,
o Virgen maría, Madre de los sacerdotes, en el momento en que Jesús fue
entregado, llevado de tribunal en tribunal, abofeteado, escarnecido. Te suplico
por este dolor y el de jesús, que concedas a todos los obispos y sacerdotes que
nunca se separen de Jesús me busquen camuflar su estado por vergüenza o
intereses personales sino rebelarse con claridad, como servidores de Cristo y
dispensadores de los misterios de Dios y como tales, servidores de sus
hermanos. Ave María o Corazón Inmaculado de María ruega por nosotros que
acudimos a ti.
Martes
me uno al dolor de tu corazón inmaculado,
oh Virgen maría, Madre de los sacerdotes, en el momento de la terrible
flagelación de tu hijo. Le suplico por este dolor y el de jesús, que hagas que
todos los obispos y sacerdotes o tengan el espíritu de pobreza, de penitencia y
de mortificación, y la gracia de la perfecta castidad para ser sal de la
tierra, unos dinos ministros de la eucaristía y unos consagrados al servicio de
la Iglesia universal. Ave maria... o corazón dolorosa inmaculado de maría,
ruega por nosotros que acudimos a ti.
Miércoles
me uno al dolor de tu corazón inmaculado,
oh Virgen María Madre de los sacerdotes, en el momento en que Jesús fue
coronado de espinas, cubierto de salivazos y de insultos, oprimido y abrumado
por injurias con. Te suplico por este dolor y el de jesús, que apartes a los
obispos y sacerdotes del espíritu mundano, que los preserves del orgullo, de
las ambiciones, de la vanagloria, para que se mantengan fieles a su
consagración al servicio total de Cristo y de sus hermanos, para expresar la
plenitud de la alegría. Ave maría... o corazón doloroso inmaculado de maría,
ruega por nosotros que acudimos a ti.
Jueves
me uno al dolor de tu corazón inmaculado,
o Virgen maría, Madre de los sacerdotes, en el momento que acompañaste a tu
Divino Hijo en la vía dolorosa, despreciado de la multitud que se dirigía al
calvario para después ser crucificado. Te suplico por este dolor y el de Jesús
que concedas a la iglesia sacerdotes humildes y obedientes, generosos y
fuertes, que lleven con alegría el deber de la predicación y del servicio de la
palabra, de la administración de los sacramentos, sobre todo el del perdón y el
de la unción de los enfermos. AVE maría... o corazón doloroso inmaculado de
maría, ruega por nosotros que acudimos a ti
Viernes
me uno al dolor de tu corazón inmaculado
Virgen María Madre de los sacerdotes, durante las horas de la agonía y de los
indecible sufrimientos de tu Divino Hijo en la cruz en la tele contemplas
descubierto de llagas y sangrando. Te suplico por este dolor y el de jesús,
pues tengas para todos los obispos y sacerdotes la gracia de un total abandono
de sí mismos, un gran fervor en la celebración del Santo sacrificio de la misa
y de la liturgia de las horas, con fidelidad a las normas de la iglesia, y de
predicar con la palabra y el ejemplo a Cristo crucificado. ave maría... O
corazón doloroso inmaculado de maría, ruega por nosotros que acudimos a ti.
Sábado
me uno al dolor de tu corazón inmaculado
Virgen maría, Madre de los sacerdotes, cuando descendiendo del Calvario te
recogiste la soledad esperando la resurrección de tu divino hijo. Te suplico
por este dolor y por el misterio de abajamiento que vivió Jesús el sábado
santo, que os tengas a todos los obispos y a todos los sacerdotes el don de la
oración, una fe inquebrantable en Jesús resucitado, una perfecta docilidad al
Espíritu Santo y una sincera cogida de corazón y de espíritu, eso es, una
perfecta fidelidad al Magisterio de la Iglesia luz de las naciones y gozo y
esperanza del mundo. ave maría... O corazón doloroso inmaculado de maría, ruega
por nosotros que acudimos a ti.
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