ROSARIO EN CUARESMA
†
Todos: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos
Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de confesión de los pecados
Yo, pecador me confieso a Dios todopoderoso
a la bienaventurada siempre Virgen María,
al bienaventurado san Miguel Arcángel,
al bienaventurado san Juan Bautista,
a los santos Apóstoles Pedro y Pablo,
a todos los santos, y a vosotros, hermanos,
que pequé gravemente de pensamiento, palabra y obra;
por mi culpa, por mi culpa, por mi gravísima culpa.
Por eso, ruego a Santa María siempre Virgen,
al bienaventurado san Miguel Arcángel,
al bienaventurado san Juan Bautista,
a los santos Apóstoles Pedro y Pablo,
a todos los santos, y a vosotros, hermanos,
que rogueis por mí a Dios nuestro Señor. Amén.
El Señor todopoderoso y misericordioso nos conceda la absolución y el perdón de nuestros pecados.
Petición
- Señor, abre mis labios:
Y mi boca proclamará tu alabanza.
- Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, apresúrate en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos. Amén.
Ofrecimiento
Dios, Padre Misericordioso, dirigid y aceptad todos nuestros pensamientos, palabras y obras. Y Vos, Virgen Santísima, alcanzadnos la Gracia para rezar con devoción esta parte del Santísimo Rosario, que os ofrecemos a mayor gloria vuestra, por el bien de la Religión Católica en todo el mundo y por todas nuestras necesidades espirituales y temporales, con intención de ganar las indulgencias concedidas, que aplicamos por las almas del Purgatorio, y en especial, de las que sean de vuestro mayor agrado. Amén.
MISTERIOS DEL ROSARIO EN
CUARESMA
PRIMER MISTERIO
Jesús
es tentado en el desierto (Mt 4, 1-11; Lc 4, 1-13). Adhiramos a
la voluntad del Padre por encima de toda tentación.
SEGUNDO MISTERIO
Jesús,
Cordero de Dios, quita el pecado del mundo (Jn 1, 29). Por tu
pasión, purifícanos, Señor, de todos nuestros pecados.
TERCER MISTERIO
Jesús
nos llama a la conversión (Mc 1, 14-15; Lc 13, 2-5). Haz,
Señor, que abandonemos definitivamente nuestros malos caminos.
CUARTO MISTERIO
Jesús
nos pide creer en él y en el Evangelio (Jn 14, 1; Mc 1, 13; 8,
35). Que el Señor nos conceda el don de la fe.
QUINTO MISTERIO
El
Señor nos ha bautizado con Espíritu Santo y fuego
(Lc 3, 16). Renovemos nuestros compromisos y promesas bautismales.
1 Padre nuestro; 10 avemarías; 1 Gloria
POR
LAS INTENCIONES DEL ROMANO PONTÍFICE EN LA DIVINA VOLUNTAD DE DIOS:
1 Padre nuestro; 1 avemaría y 1 Gloria
Convirtamos nuestro
corazón, trabajemos por nuestra propia reconciliación personal, siempre guiados
de la mano amorosa de nuestra Madre María.
Terminemos nuestra
oración cantando LA
SALVE.
Dios te salve, Reina y
Madre de Misericordia,
vida, dulzura y
esperanza nuestra;
Dios te salve.
A ti llamamos los
desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos,
gimiendo y llorando,
en este valle de
lágrimas.
Ea, pues, Señora,
abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos
tus ojos misericordiosos,
y, después de este
destierro,
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh
piadosa, oh dulce Virgen María!
†
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
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