MISTERIOS DOLOROSOS
DEL SANTO ROSARIO
Los Misterios Dolorosos
del Santo Rosario son meditados los martes y viernes. Iniciamos el rezo de
estos misterios preferentemente frente alguna imagen de la Santísima Virgen
María (aunque no es indispensable) y con un Rosario bendecido entre las manos. Recuerde
que lo importante aquí, es meditar cada uno de los misterios mientras los acompañamos
con nuestras oraciones.
Rezo de los Misterios
Dolorosos
Oraciones
Iniciales:
- Haga la señal de la
cruz:
- Recite el acto de
contrición:
- Recite el credo:
- Rezar 1 Padre Nuestro:
- Rezar 3 Avemarías:
Primer Misterio:
La
agonía de Jesús en el huerto.
Llegados al huerto de
Getsemaní, donde Jesús se había reunido muchas veces con sus discípulos, se
apartó del grupo, tomando consigo a Pedro, Santiago y Juan, a quienes les
confió, lleno de pavor y angustia: «Mi alma está triste hasta el punto de
morir; quedaos aquí y velad conmigo». Pero ellos no fueron capaces de
acompañarle velando y orando. Jesús fue y vino repetidas veces de la oración a
la compañía de sus adormecidos discípulos. A solas, cayó rostro en tierra, y
suplicaba así: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea
como yo quiero, sino como quieras tú»; «¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti;
aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú»;
«Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino
la tuya». Entonces, se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba.
Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas
espesas de sangre que caían en tierra. Finalmente, se levantó de la oración, fue
donde los discípulos y les dijo: «¿Cómo es que estáis dormidos? Levantaos y
orad para que no caigáis en tentación; ha llegado la hora en que el Hijo del
hombre va a ser entregado en manos de pecadores».
- Rezar el Padre Nuestro:
- Rezar 10 Avemarías:
- Rezar el Gloria:
- Rezar la oración de
Fátima:
- Recitar la jaculatoria:
Segundo Misterio:
La flagelación de Jesús.
Después del prendimiento
de Jesús en el Huerto, lo llevaron a casa del Sumo Sacerdote; Pedro y otro
discípulo lo fueron siguiendo, y se quedaron en el atrio. Allí empezó el
proceso religioso contra Jesús, que lo condenó a muerte, por reconocer que era
el Mesías de Israel y por confesar que era verdadero Hijo de Dios.
Las autoridades judías no
podían por sí mismas ejecutar esa sentencia; por eso, cuando amaneció, llevaron
a Jesús ante el procurador romano y se lo entregaron. Pilato, al saber que
Jesús era galileo y por tanto súbdito de Herodes, se lo remitió; pero éste,
después de mofarse de Jesús, se lo devolvió.
Pilato convocó a los sumos
sacerdotes, a los magistrados y al pueblo, y les dijo: «Me habéis traído a este
hombre como alborotador del pueblo, pero yo le he interrogado delante de
vosotros y no he hallado en este hombre ninguno de los delitos de que le acusáis.
Ni tampoco Herodes, porque nos lo ha remitido. Nada ha hecho, pues, que merezca
la muerte. Así que le castigaré y le soltaré».
Pilato intentando liberar
a Jesús, les hablo de nuevo pero ellos seguían gritando: ¡Crucifícale,
crucifícale! Por tercera vez les dijo: «Pero ¿qué mal ha hecho éste? No
encuentro en él ningún delito que merezca la muerte; así que le castigaré y le
soltaré». Pero ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuera crucificado y
sus gritos eran cada vez más fuertes. Finalmente, Pilato, queriendo complacer a
la gente, le soltó a Barrabás, condenó a Jesús, mandó azotarle y lo entregó
para que fuera crucificado.
- Rezar el Padre Nuestro:
- Rezar 10 Avemarías:
- Rezar el Gloria:
- Rezar la oración de
Fátima:
- Recitar la jaculatoria:
Tercer Misterio:
Jesús
es coronado de espinas.
Mientras tanto, los
hombres que tenían preso a Jesús se burlaban de él, le escupían y le
abofeteaban, y, cubriéndole con un velo, le preguntaban: «¡Adivina! ¿Quién es
el que te ha pegado?» Y le insultaban diciéndole otras muchas cosas.
En cuanto se hizo de día,
se reunió el Consejo de Ancianos del pueblo, que condenó a Jesús y luego lo
llevó ante Pilato. También el Procurador romano acabó condenando a Jesús y
entregándolo para que lo azotaran y lo crucificaran.
Entonces los soldados del
procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a
toda la cohorte. Lo desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura;
trenzaron una corona de espinas y se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano
derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla
diciendo: «¡Salve, Rey de los judíos!»; y después de escupirle, cogieron la
caña y le golpeaban en la cabeza. Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron
el manto, le pusieron sus ropas y lo llevaron a crucificar.
- Rezar el Padre Nuestro:
- Rezar 10 Avemarías:
- Rezar el Gloria:
- Rezar la oración de
Fátima:
- Recitar la jaculatoria:
Cuarto Misterio:
Jesús
carga con la cruz camino del Calvario.
Después de haberse burlado
de Jesús, los soldados le quitaron el manto de púrpura que le habían echado
encima, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle. Al salir,
encontraron a un hombre de Cirene llamado Simón, y le obligaron a llevar la
cruz detrás de Jesús.
Lo seguía una gran
multitud del pueblo y también unas mujeres que se dolían y se lamentaban por
él. Jesús, volviéndose a ellas, les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por
mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos…».
Llevaban además otros dos
malhechores para ejecutarlos con él. Llegados a un lugar llamado Gólgota, que
quiere decir Calvario, le crucificaron allí a él y a los malhechores.
- Rezar el Padre Nuestro:
- Rezar 10 Avemarías:
- Rezar el Gloria:
- Rezar la oración de
Fátima:
- Recitar la jaculatoria:
Quinto Misterio:
Crucifixión
y muerte de Jesús.
Llegados al Calvario, crucificaron a Jesús y a los dos malhechores. Los soldados se repartieron los vestidos de Jesús por lotes, y la túnica, tejida de una pieza, sin costura, la echaron a suerte. Pilato redactó una inscripción que decía: «Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos», y la puso sobre la cruz. Los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: «Tú que destruyes el Templo y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!» Igualmente los sumos sacerdotes junto con los escribas y los ancianos se burlaban de él diciendo: «A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es: que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. Ha puesto su confianza en Dios; que le salve ahora, si es que de verdad le quiere; ya que dijo: “Soy Hijo de Dios”». También los soldados se burlaban de él, y hasta uno de los malhechores crucificados con él le injuriaba, mientras el otro decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino»; Jesús le respondió: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso».
Al mediodía quedó la tierra en tinieblas y se produjeron otros fenómenos extraordinarios.
Hacia las tres de la
tarde, habiendo dado perfecto cumplimiento a todos los designios divinos, Jesús
se encomendó a su Padre con voz poderosa e inclinando la cabeza entregó el
espíritu.
- Rezar el Padre Nuestro:
- Rezar 10 Avemarías:
- Rezar el Gloria:
- Rezar la oración de
Fátima:
- Recitar la jaculatoria:
Al finalizar los cinco misterios:
Recitar el Salve (Salve
Regina):
Recitar las Letanías a
la Virgen María (disponibles a continuación):
Letanías de la Virgen María
Las Letanías de la Virgen
María se recitan al final del Rezo del Santo Rosario, ya sea después de los 15
misterios o al final de los 5 misterios del día (si no tiene tiempo para rezar
los 15 misterios diarios que con tanta insistencia nos pide la Santísima Virgen
María). Las Letanías pueden ser también recitadas en cualquier momento pero su
uso está ampliamente asociado con la devoción del Santísimo Rosario de la
Virgen María.
Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad R. Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad
Cristo, óyenos. R. Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos. R. Cristo, escúchanos
Dios, Padre celestial, R. Ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del
mundo, R. Ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, R. Ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un
solo Dios, R. Ten piedad de nosotros.
Santa María, R. Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las
Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de
veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los
afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado
original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo
Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, R. Perdónanos,
Señor.
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, R. Escúchanos,
Señor.
Cordero de Dios, que
quitas el pecado del mundo, R. Ten
misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa
intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las
tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo
nuestro Señor. Amén.
Oración
del Papa León XIII a San José después del Santo Rosario para el mes de octubre
A ti, bienaventurado san José, acudimos en nuestra tribulación, y después de implorar el auxilio de tu santísima esposa, solicitamos también confiadamente tu patrocinio.
Con aquella caridad que te tuvo unido con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos que vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.
Protege, oh providentísimo
Custodio de la divina Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; aleja de
nosotros, oh padre amantísimo, este flagelo de errores y vicios. Asístenos
propicio desde el cielo, en esta lucha contra el poder de las tinieblas; y como
en otro tiempo libraste de la muerte la vida amenazada del Niño Jesús, así
ahora defiende a la santa Iglesia de Dios de las hostiles insidias y de toda
adversidad. Y a cada uno de nosotros protégenos con tu constante patrocinio,
para que, a ejemplo tuyo, y sostenidos por tu auxilio, podamos vivir y morir
santamente y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza.
Amén.
Letanías a San José
Señor, ten piedad de
nosotros.
Señor, ten piedad de
nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de
nosotros.
Señor, ten piedad de
nosotros.
Señor, ten piedad de
nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial.
Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del
mundo.
Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo.
Ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo
Dios.
Ten piedad de nosotros.
Santa María, R. Ruega por nosotros
-San José
-Ilustre descendiente de
David
-Luz de los patriarcas
-Esposo de la Madre de
Dios
-Custodio purísimo de la
Virgen,
-Nutricio del Hijo de Dios
-Diligente defensor de
Cristo
-Jefe de la Sagrada
Familia
-José justo
-José casto
-José prudente
-José fuerte
-José obediente
-José fiel
-Espejo de paciencia
-Amante de la pobreza
-Modelo de obreros
-Gloria de la vida
doméstica
-Custodio de vírgenes
-Sostén de las familias
-Consuelo de los
desdichados
-Esperanza de los enfermos
-Patrono de los moribundos
-Terror de los demonios
-Protector de la santa Iglesia
Cordero de Dios, que
quitas los pecados del mundo.
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que
quitas los pecados del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que
quitas los pecados del mundo.
Ten piedad de nosotros.
V. Lo
nombró administrador de su casa.
R. Y
señor de todas sus posesiones.
Oración
¡Oh Dios, que con inefable
providencia te dignaste elegir a San José para esposo de tu Santísima Madre!;
te rogamos nos concedas tenerlo como intercesor en el cielo, ya que lo
veneramos como protector en la tierra. Tú, que vives y reinas por los siglos de
los siglos.
Amén.
Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel:
Defiéndenos en la pelea contra Satanás y sus demonios; sed nuestro amparo y
protección; que el Altísimo os dé el poder y el permiso para que nos asistáis y
que Dios haga oír su voz imperiosa para que expulse a Satanás y sus demonios
que quieren hacer perder la humanidad. Que tu grito: “¿Quién como Dios?, ¡nadie
es como Dios!”, someta a Satanás y sus demonios bajo nuestros pies. Amén.
†
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
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