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sábado, 8 de abril de 2023

El Vía Crucis de La Divina Misericordia

 

El Vía Crucis de La Divina Misericordia


Oración Preparatoria

Señor mío Jesucristo, tu caminaste con tan grande amor este camino para morir por mí. Yo te he ofendido tantas veces apartándome de ti por el pecado; mas ahora te amo con toda mi alma, y porque te amo, me arrepiento Perdóname, Señor, y permíteme que te acompañe en esta jornada. Tú has muerto por mí, yo deseo también, mi adorado Redentor, morir de amor por ti. Mi Jesús, viviré y moriré siempre unido a Ti.


Ante el horrido Madero

Del Calvario lastimero,

Junto al Hijo de tu amor,

 

Primera Estación

Jesús sentenciado a muerte


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera como Jesús, después de haber sido azotado y coronado de espinas, fue injustamente sentenciado por Pilato a morir crucificado (De rodillas)


Pueblo: Jesús mío, fueron mis pecados y no Pilato, los que te condenaron a muerte. Por los méritos de esta dolorosa jornada, te suplico me ayudes en el camino que voy recorriendo hacia la eternidad. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mi con tú quieras. Amen.


Por el bien de su ser condenado a muerte, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


¡Pobre Madre entristecida!

Traspasó tu alma abatida

Una espada de dolor.

 

Segunda Estación

Jesús con la cruz a cuestas


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el

Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera como Jesús, caminando con la cruz a cuestas, iba pensando en ti y ofreciendo a su Padre por tu salvación la muerte que iba a padecer (De rodillas)


Pueblo: Amabilísimo Jesús, abrazo todas las tribulaciones que me tienes destinadas hasta la muerte y te ruego por los méritos de la pena que sufriste llevando la cruz me des fuerza para llevar la mía con paciencia y resignación. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mi come tú quieras. Amen.


Por el bien de su cargando la cruz, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


¡Cuán penoso, cuán doliente

Ver en tosca Cruz pendiente

Al Amado de tu ser!

 

Tercera Estación

Jesús cae por primera vez


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera esta primera caída de Jesús. Su espalda estaba destrozada por los azotes, su cabeza coronada de espinas y había derramado mucha sangre. Estaba tan débil que apenas podía caminar y llevaba aquel enorme peso sobre sus hombros. Los soldados lo empujaban, de modo que muchas veces desfalleció y cayó. (De rodillas)


Pueblo: Amado Jesús, más que el peso de la cruz son mis pecados los que te hacen sufrir tantas penas. Por los méritos de esta primera caída, líbrame de caer en pecado mortal. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mí como tú quieras. Amen.


Por el bien de su primera caída bajo el peso de la cruz, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


Viendo a Cristo en el tormento,

Tú sentías el sufrimiento

De su amargo padecer.

 

Cuarta Estación

Jesús encuentra a su madre


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera el encuentro del hijo con su madre. Se miraron y sus miradas expresaron la agonía que sentían en ese momento. (De rodillas):


Pueblo: Amabilísimo Jesús, abrazo todas las tribulaciones que me tienes destinadas hasta la muerte y te ruego por los méritos de la pena que sufriste llevando la cruz me des fuerza para llevar la mía con paciencia y resignación. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mi come tú quieras. Amen.


Por el bien de su reunión con su afligida madre, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


¿Quién hay que no lloraría

Contemplando la agonía

De María ante la Pasión?

 

Quinta Estación

El cirineo ayuda a Jesús


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera como los soldados, al ver que Jesús iba desfalleciendo cada vez más, temieron que muriera en el camino. Como deseaban verlo morir en la cruz, obligaron a Simón, el cirineo, a que lo ayudara a llevar la cruz. (De rodillas)


Pueblo: Jesús mío, no quiero renunciar a la cruz como el cirineo, antes bien, la acepto y la abrazo. Acepto la muerte con todas las penas que la acompañan, la uno a la tuya y te la ofrezco. Tú quisiste morir por mi amor y yo quiero morir por el tuyo. Ayúdame con tu gracia. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mí como tú quieras. Amen.


Por el bien de su aceptación de ayuda en el desempeño de la cruz, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


¿Habrá un corazón humano

Que no compartiese hermano

Tan profunda transfixión?

 

Sexta Estación

La Verónica presta el lienzo


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera como la Verónica, al ver a Jesús tan fatigado y con la cara bañada en sudor y sangre, le ofreció un lienzo, imprimirlo en el su santa imagen. (De rodillas)


Pueblo: Amado Jesús, tu cara era hermosísima, pero en esta jornada las heridas y la sangre han cambiado tu hermosura. Señor mío, también mi alma quedo hermosa por el bautismo, más yo la he cambiado con mis pecados. Solo tú puedes restituirle su belleza. Hazlo por los méritos de tu pasión. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mí como tú quieras. Amen.


Por el bien de su misericordia, recibiendo de Verónica, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


Golpeado, escarnecido,

Vio a su Cristo tan querido

Sufrir tortura tan cruel,

 

Séptima Estación

Jesús cae por segunda ver


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera la segunda caída de Jesús en la cual se la agrava el dolor de las heridas tanto de su cabeza como de todo el cuerpo. (De rodillas)


Pueblo: Paciente Jesús, tú me has perdonado tantas veces, y yo he vuelto a caer y a ofenderte. Ayúdame, por los méritos de esta nueva caída, a perseverar en la gracia hasta la muerte. Haz que en todas las tentaciones siempre me encomiende a ti. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mí como tú quieras. Amen.


Por el bien de su segunda caída bajo el peso de la cruz, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


Por el peso del pecado

De su pueblo desalmado

Rindió su espíritu El.

 

Octava Estación

Las piadosas mujeres


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera como algunas piadosas mujeres, viendo que Jesús iba derramando su sangre, lloran de compasión. Jesús les dijo, “Jijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos.” (De rodillas)


Pueblo: Afligido Jesús, lloro las ofensas que te he hecho por los castigos que me han merecido; pero mucho más por el disgusto que te he dado, a ti que tanto me has amado. No es tanto el infierno como tú amor lo que me hace llorar por mis pecados. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mi como tú quieras. Amen.


Por el bien de su consuelo a las mujeres, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


Dulce Madre, amante fuente,

Haz mi espíritu ferviente

Y haz mi corazón igual.

 

Novena Estación

Jesús cae por tercera vez


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera la tercera caída de Jesús. Su debilidad era extrema y la crueldad de los verdugos era excesiva. Ellos querían que se apresurara cuando casi no le quedaba aliento para moverse. (De rodillas)


Pueblo: Atormentado Jesús, por los méritos de la debilidad que quisiste padecer camino al Calvario, dame la fortaleza necesaria para vencer los respetos humanos y todos mis impulsos desordenados que me han hecho despreciar tu amistad. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mí como tú quieras. Amen.


Por el bien de su tercera caída bajo el peso de la cruz, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


Al tuyo tan fervoroso

Que al buen Jesús piadoso

Rinda su amor fraternal.

 

Décima Estación

Jesús es despojado de sus vestiduras


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera como al ser despojado de sus vestiduras, Jesús sufre aún más cuando al arrancarle la ropa también le lastimaron la piel otra vez. (De rodillas)


Pueblo: Inocente Jesús, por los méritos del dolor que entonces sufriste, ayúdame a desnudarme de todos los afectos desordenados a las cosas terrenas, para que pueda poner todo mi amor en ti. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y mi arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mi come tú quieras. Amen.


Por el bien de El ser despojado, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


Oh Madre Santa, en mi vida

Haz renacer cada herida

De mi amado Salvador,

 

Undécima Estación

Jesús clavado en la cruz


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera como Jesús, tendido sobre la cruz, extiende sus pies y manos y ofrece al Padre el sacrificio de su vida por nuestra salvación. Lo clavan en la cruz, la levantan y lo dejan morir de dolor. (De rodillas)


Pueblo: Te despreciaron, Jesús. Clava mi corazón a tus pies para que quede siempre ahí amándote y no te abandone más. Te amo, Jesús, más que mi mismo/a y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mí como tú quieras. Amen.


Por el bien de él, de ser crucificado, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


Contigo sentir su pena,

Sufrir su mortal condena

Y su morir redentor.

 

Duodécima Estación

Jesús muere en la cruz


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera como Jesús, después de tres horas de agonía, consumido de dolor y exhausto de fuerza inclina la cabeza y muere en la cruz. (De rodillas)


Pueblo: Jesús difunto, beso la cruz en la cual has muerto por mí. Por mis pecados tenia merecida la muerte, pero la tuya es mi esperanza. Señor, por los méritos de tu santísima muerte concédeme la gracia de morir abrazado a tus pies y consumido por tu amor. En tus manos encomiendo mi alma. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mi como tú quieras. Amen.


Por la causa de su muerte en la cruz, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


A tu llanto unir el mío,

Llorar por mi Rey tan pío

Cada día de mí existir.

 

Decimotercera Estación

Jesús bajado de la cruz


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera como habiendo ya muerto el Señor, lo bajaron de la cruz y lo depositaron en los brazos de su madre. Ella lo recibió con ternura y lo estrecho contra su pecho traspasado de dolor (De rodillas)


Pueblo: Madre afligida, por el amor de este hijo ruégale por mí. Y tú, Señor mío, ya que has querido resucitar glorioso el día del juicio final para estar eternamente contigo en la gloria, amándote y bendiciéndote. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/ a y me arrepiento de toda corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a ofenderte. Haz que te ame siempre y dispón de mí como tú quieras. Amen.


Por el bien de su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


Contigo honrar su Calvario,

Hacer mi alma su santuario,

Madre, te quiero pedir.

 

Decimocuarta Estación

Sepultura de Jesús


Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (Genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)


Líder: Considera como los discípulos llevaron a enterrar a Jesús, acompañándole también su santísima madre, que lo deposito en el sepulcro con sus propias manos. Después cerraron la puerta del sepulcro y se retiraron. (De rodillas)


Pueblo: Jesús mío sepultado, beso esa piedra que te encierra. Tú resucitaste después de tres días. Por tu resurrección te suplico que me hagas resucitar glorioso el día del juicio final para estar eternamente contigo en la gloria, amándote y bendiciéndote. Te amo, Jesús, más que a mí mismo/a y me arrepiento de toda corazón de haberte ofendido. No dejes que vuelva a oféndete. Haz que te ame siempre y dispón de mi come tú quieras. Amen.


Por el bien de lo que se colocado en el sepulcro, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


Virgen Bienaventurada,

De todas predestinada,

Partícipe en tu pesar.

 

Decimoquinta Estación

La Resurrección de Jesús


(Esta estación no se reza el viernes santo.)

Líder: Padre eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo (genuflexión).

Pueblo: Para la expiación de nuestros pecados y del mundo entero (De pie)

Tenga en cuenta como, después de que Jesús había dejado muerto en el sepulcro durante tres días, se levantó en la Gloria en el tercer día.

Oh, mi Señor Jesús, resucitado vengo humildemente ante ti a pedir perdón por todas esas cosas que me han hecho ofenderte. Yo reconozco mis debilidades y pido para ser fortalecido a través del poder de tu pasión y resurrección.


Por el bien de tu resurrección de entre los muertos, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.


Jesús, que al llegar mi hora,

Sea María mi defensora,

Tu Cruz mi palma triunfal,


Mi buen y querido Jesús, me arrodillo ante ti, pidiendo sinceramente que grabes en mi corazón una profunda fe viviente, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados, y firmísimo propósito de no ofenderte más. Mientras que yo, con todo mi amor y compasión, contemplo tus cinco llagas, oh Buen Jesús, comenzando por aquello que dijo de ti, el santo profeta David: Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos.”

 


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