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viernes, 29 de enero de 2021

Misterios Dolorosos, meditaciones del Papa Francisco

 

 

Misterios dolorosos con meditaciones de la Encíclica Laudato Si del Papa Francisco

 

Misterios dolorosos:

 

Oremos juntos el Santo Rosario:

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

El Credo

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

 

Rece: 1 Padrenuestro, 3 Avemarías, 1 Gloria

PADRENUESTRO

Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase Tu voluntad, en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

AVE MARÍA

Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.

 

GLORIA

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

Primer misterio de Dolor:

La oración de Jesús en el Huerto

 

En la oración del huerto, Jesús se enfrenta a las consecuencias de las decisiones que él mismo tomó en su vida. Su prioridad fue el ser humano. Lo puso por encima de cualquier ley social y religiosa. No se arrepiente ni siquiera ante su Pasión.

 

El Papa Francisco nos invita a:

En la carta encíclica Laudato Si', el Papa Francisco nos invita a asumir la misma actitud de Jesús para dirigir nuestras energías a salvaguardar la naturaleza, y más aún, la dignidad de las personas.

 

Dice el Papa Francisco: Dado que todo está íntimamente relacionado, y que los problemas actuales requieren una mirada que tenga en cuenta todos los factores de la crisis mundial, propongo que nos detengamos ahora a pensar en los distintos aspectos de una ecología integral, que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales (137).

 

Cuando se habla de «medio ambiente», se indica particularmente una relación, la que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita. Esto nos impide entender la naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra vida. Estamos incluidos en ella, somos parte de ella y estamos interpenetrados. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza (139).

 

Se vuelve actual la necesidad imperiosa del humanismo, que de por sí convoca a los distintos saberes, también al económico, hacia una mirada más integral e integradora. Hoy el análisis de los problemas ambientales es inseparable del análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos, y de la relación de cada persona consigo misma, que genera un determinado modo de relacionarse con los demás y con el ambiente (141).

Tomo un minuto para meditar todas estas cosas en mi corazón (Lucas, 2:19)

Rezamos: 1 Padrenuestro, 10 Avemaría 1 Gloria

Al final de la decena rezar la Salve

 

Segundo Misterio de Dolor:

La flagelación del Señor

 

Es un flagelo sangrante el que sufren los pueblos indígenas a los que se les niega el derecho a la tierra que habitaron por generaciones, así como otros grupos minoritarios a quienes no se reconoce la tradición cultural que les da identidad. Como Poncio Pilato, se lavan las manos muchos países que privilegian sus intereses nacionales al bien común global.

 

El Papa Francisco nos invita a:

Junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural, igualmente amenazado. Es parte de la identidad común de un lugar y una base para construir una ciudad habitable. Es la cultura no sólo en el sentido de los monumentos del pasado, sino especialmente en su sentido vivo, dinámico y participativo, que no puede excluirse a la hora de repensar la relación del ser humano con el ambiente (143).

 

Hace falta incorporar la perspectiva de los derechos de los pueblos y las culturas, y así entender que el desarrollo de un grupo social supone un proceso histórico dentro de un contexto cultural y requiere del continuado protagonismo de los actores sociales locales desde su propia cultura. Ni siquiera la noción de calidad de vida puede imponerse, sino que debe entenderse dentro del mundo de símbolos y hábitos propios de cada grupo humano (144). En este sentido, es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales.

 

Cuando permanecen en sus territorios, son precisamente ellos quienes mejor los cuidan. Sin embargo, en diversas partes del mundo, son objeto de presiones para que abandonen sus tierras a fin de dejarlas libres para proyectos extractivos y agropecuarios que no prestan atención a la degradación de la naturaleza y de la cultura. 146).

Tomo un minuto para meditar todas estas cosas en mi corazón (Lucas, 2:19)

Rezamos: 1 Padrenuestro, 10 Avemaría 1 Gloria

Al final de la decena rezar la Salve

 

 

Tercer Misterio de Dolor:

La Coronación de espinas

 

Los soldados llevaron a Jesús al interior del palacio del gobernador. Colocándole un manto rojo y una corona de espinas en su cabeza, se burlaban de él proclamándole rey de los judíos. La dignidad de la persona es denigrada cuantas veces no dispone de vivienda, de trabajo, de los medios de salud y de educación.

 

El Papa Francisco nos invita a:

Para que pueda hablarse de un auténtico desarrollo, habrá que asegurar que se produzca una mejora integral en la calidad de vida humana (147). La carencia extrema que se vive en algunos ambientes que no poseen armonía, amplitud y posibilidades de integración facilita la aparición de comportamientos inhumanos y la manipulación de las personas por parte de organizaciones criminales (149).

 

 La falta de viviendas es grave en muchas partes del mundo, tanto en las zonas rurales como en las grandes ciudades, porque los presupuestos estatales sólo suelen cubrir una pequeña parte de la demanda. No sólo los pobres, sino una gran parte de la sociedad sufre serias dificultades para acceder a una vivienda propia.

 

La posesión de una vivienda tiene mucho que ver con la dignidad de las personas y con el desarrollo de las familias. Es una cuestión central de la ecología humana (152). La calidad de vida en las ciudades tiene mucho que ver con el transporte, que suele ser causa de grandes sufrimientos para los habitantes… en muchas ciudades significa un trato indigno a las personas debido a la aglomeración, a la incomodidad o a la baja frecuencia de los servicios y a la inseguridad (153).

 

 El reconocimiento de la dignidad peculiar del ser humano muchas veces contrasta con la vida caótica que deben llevar las personas en nuestras ciudades. Pero esto no debería hacer perder de vista el estado de abandono y olvido que sufren también algunos habitantes de zonas rurales, donde no llegan los servicios esenciales, y hay trabajadores reducidos a situaciones de esclavitud, sin derechos ni expectativas de una vida más digna (154).

Tomo un minuto para meditar todas estas cosas en mi corazón (Lucas, 2:19)

Rezamos: 1 Padrenuestro, 10 Avemaría 1 Gloria

Al final de la decena rezar la Salve

 

Cuarto Misterio de Dolor:

Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario

 

Camino del Calvario, cargando la cruz, Jesús tiene una mirada compasiva a las mujeres que se lamentaban por él y les dice: no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. Porque si esto hacen con el leño verde, ¿qué harán con el seco? Ciertamente, si el sistema imperante trató tan injustamente con un hombre bueno, qué no ha de hacer con grandes poblaciones a las que se ignora su condición humana.

 

 El Papa Francisco nos invita a:

El bien común presupone el respeto a la persona humana en cuanto tal, con derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral. También reclama el bienestar social y el desarrollo de los diversos grupos intermedios, aplicando el principio de la subsidiariedad. Entre ellos destaca especialmente la familia, como la célula básica de la sociedad.

 

 Finalmente, el bien común requiere la paz social, es decir, la estabilidad y seguridad de un cierto orden, que no se produce sin una atención particular a la justicia distributiva, cuya violación siempre genera violencia (157).

 

En las condiciones actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas inequidades y cada vez son más las personas descartables, privadas de derechos humanos básicos, el principio del bien común se convierte inmediatamente, como lógica e ineludible consecuencia, en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por los más pobres.

 

Basta mirar la realidad para entender que esta opción hoy es una exigencia ética fundamental para la realización efectiva del bien común (158).

Tomo un minuto para meditar todas estas cosas en mi corazón (Lucas, 2:19)

Rezamos: 1 Padrenuestro, 10 Avemaría 1 Gloria

Al final de la decena rezar la Salve

 

Quinto Misterio de Dolor:

La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor

 

La muerte de Jesús tiene una dimensión salvadora universal y para todos los tiempos. Si Jesús vivió llevando la salud y la liberación a todos, su muerte debió ser una donación de la vida a favor de toda la Humanidad.

 

El Papa Francisco nos invita a:

La noción de bien común incorpora también a las generaciones futuras. Ya no puede hablarse de desarrollo sostenible sin una solidaridad intergeneracional. Cuando pensamos en la situación en que se deja el planeta a las generaciones futuras, entramos en otra lógica, la del don gratuito que recibimos y comunicamos.

 

Si la tierra nos es donada, ya no podemos pensar sólo desde un criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el beneficio individual. No estamos hablando de una actitud opcional, sino de una cuestión básica de justicia, ya que la tierra que recibimos pertenece también a los que vendrán (159).

 

¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? Cuando nos interrogamos por el mundo que queremos dejar, entendemos sobre todo su orientación general, su sentido, sus valores. Si no está latiendo esta pregunta de fondo, no creo que nuestras preocupaciones ecológicas puedan lograr efectos importantes. Pero si esta pregunta se plantea con valentía, nos lleva inexorablemente a otros cuestionamientos muy directos: ¿Para qué pasamos por este mundo? ¿Para qué vinimos a esta vida? ¿Para qué trabajamos y luchamos? ¿Para qué nos necesita esta tierra?

 

Por eso, ya no basta decir que debemos preocuparnos por las futuras generaciones. Se requiere advertir que lo que está en juego es nuestra propia dignidad. Somos nosotros los primeros interesados en dejar un planeta habitable para la humanidad que nos sucederá (160). A las próximas generaciones podríamos dejarles demasiados escombros, desiertos y suciedad.

 

 El ritmo de consumo, de desperdicio y de alteración del medio ambiente ha superado las posibilidades del planeta, de tal manera que el estilo de vida actual, por ser insostenible, sólo puede terminar en catástrofes, como de hecho ya está ocurriendo periódicamente en diversas regiones. La atenuación de los efectos del actual desequilibrio depende de lo que hagamos ahora mismo, sobre todo si pensamos en la responsabilidad que nos atribuirán los que deberán soportar las peores consecuencias (161).

 

Tomo un minuto para meditar todas estas cosas en mi corazón (Lucas, 2:19)

Rezamos: 1 Padrenuestro, 10 Avemaría 1 Gloria

Al final de la decena rezar la Salve

 

LETANÍA LAURETANA

 

V. Señor, ten misericordia de nosotros.

R. Señor, ten misericordia de nosotros

 

V. Cristo, ten misericordia de nosotros.

R. Cristo, ten misericordia de nosotros

 

V. Señor, ten misericordia de nosotros.

R. Señor, ten misericordia de nosotros

 

V. Cristo, óyenos.

R. Cristo, óyenos

 

V. Cristo, escúchanos.

R. Cristo, escúchanos

 

V. Dios, Padre celestial.

R. Ten misericordia de nosotros

 

V. Dios Hijo, Redentor del mundo.

R. Ten misericordia de nosotros

 

V. Dios Espíritu Santo.

R. Ten misericordia de nosotros

 

V. Trinidad Santa, un solo Dios.

R. Ten misericordia de nosotros

 

1.Santa María. R. Ruega por nosotros.

2.Santa Madre de Dios

3.Santa Virgen de las vírgenes

4.Madre de Cristo

5.Madre de la Iglesia

6.Madre de la divina gracia

7.Madre purísima

8.Madre castísima

9.Madre virginal

10.Madre sin mancha

 

11.Madre Inmaculada

12.Madre Amable

13.Madre del Buen Consejo

14.Madre del Creador

15.Madre del Salvador

16.Madre de la Misericordia

17.Madre de la Esperanza

18.Virgen Prudentísima

19.Virgen Digna de Veneración

20.Virgen Digna de Alabanza

 

21.Virgen Poderosa

22.Virgen Clemente

23.Virgen Fiel

24.Espejo de Justicia

25.Trono de Sabiduría

26.Causa de nuestra alegría

27.Vaso Espiritual

28.Vaso Digno de Honor

29.Vaso Insigne de Devoción

30.Rosa Mística

 

31.Torre de David

32.Torre de Marfil

33.Casa de Oro

34.Arca de la Alianza

35.Puerta del Cielo

36.Estrella de la Mañana

37.Salud de los enfermos

38.Refugio de los pecadores

39.Consuelo de los afligidos

40.Auxilio de los cristianos

 

41.Reina de los Ángeles

42.Reina de los Patriarcas

43.Reina de los Profetas

44.Reina de los Apóstoles

45.Reina de los Mártires

46.Reina de los Confesores

47.Reina de las Vírgenes

48.Reina de todos los Santos

49.Reina Concebida sin pecado original

50.Reina Elevada al Cielo

 

51.Reina del Santísimo Rosario

52.Reina y Madre del Monte Carmelo

53.Reina Inmaculada Mediadora Maternal de todas las gracias.

54.Reina de la familia

55.Reina de la paz

 

V. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.

R. Perdónanos, Señor

 

V. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.

R. Escúchanos, Señor

 

V. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.

R. Ten misericordia de nosotros

 

Bajo tu protección:

Bajo tu protección nos acogemos Santa Madre de Dios; no desprecies las súplicas que te hacemos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todos los peligros Virgen gloriosa y bendita.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

 

Oremos: Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que, los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

 

Las siguientes oraciones pueden ser añadidas después de la letanía:

 

Por las necesidades del Papa y las de la Santa Madre Iglesia católica: Padrenuestro. Avemaría. Gloria.

 

Por las benditas almas del Purgatorio:

Padrenuestro. Avemaría y Gloria.

 

V. Sagrado Corazón de Jesús

R. En Vos Confío

 

V. Inmaculado Corazón de María.

R. Sed la salvación del alma mía.

 

V. Ave María Purísima,

R. sin pecado original concebida y siempre Virgen, Hija de San Joaquín y Santa Ana, es: María Santísima.

 

                               

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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